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7 de Marzo de 2019

Boletín especial: SAMU Mujer

Siete mujeres nos cuentan en primera persona algunas de sus historias dentro del SAMU Metropolitano en el Día Internacional de la Mujer.

Acá encontrarán relatos de cómo se han abierto un espacio propio, cómo compatibilizan la vida laboral con la familiar, cómo han reído, llorado, sufrido algunos efectos de un machismo que de a poco va dando paso hacia una igualdad social y cómo se han relacionado, siendo mujeres, con una institución como la nuestra.

Rosa Candia Guajardo, Técnico Paramédico:

Ser mujer y trabajar acá. ¡Uff! ¿Cómo explicarlo? Al principio fue más difícil ya que este trabajo era sólo de hombres, pero gracias a las primeras TP que llegaron y pavimentaron el camino hemos podido hacernos nuestro propio espacio acá. Me siento orgullosa de trabajar acá, ya que hay momentos que me llenan de alegría. Como el poder sacar a un paciente de un paro y que la familia te busque para agradecerte por lo que hicimos, pero también mucha pena cuando a pesar de todos tus esfuerzos no se pudo hacer nada y más duele cuando son niños, pero todo eso lo comparto con mi familia ya que ellos son mi gran apoyo y por aguantar que la esposa y madre no esté siempre con ellos .

Angélica Villarroel Valdivia, ex Reanimadora, actual Jefa del Departamento de Planificación y Gestión

Mi vida profesional partió en 1987, en el Roberto del Río, y en 1993 fui parte del equipo que comenzó en este proyecto que llegaría a ser SAMU, tomando la mejor experiencia de lo que era SUA y Rescate Pediátrico Roberto del Río.

Tuve mis hijos acá, me separé, viví todo ese duelo y aun cuando había dejado el Hospital, inicié un desafío mayor que me mantuvo vinculada más fuertemente al SAMU, a través de mi trabajo de 18 años en el Ministerio. Junto a Ana María Merello (R6) y Dr. Misraji tuvimos la responsabilidad de que este tipo de atención pudiera llegar a otras personas del país, donde no había SAMU, y no quedara como un bonito proyecto como tantas otras ideas.

Yo creo que el SAMU ha tenido procesos de maduración y estancamiento. Ha sido muy parecido a mi crecimiento personal. Partir con el ímpetu y la capa de superheroína, posponer muchas veces a la familia, de continuar en turnos en la ambulancia hasta con seis meses de embarazo y bajarme porque la gente decía “señorita, siéntese”, generando más incomodidad en mis compañeros y en la gente que en mí.

En el proceso actual de vida, de estos 57 años que tengo, vuelvo a estar involucrada en el proceso de crecimiento del SAMU. Siento que hoy día estoy en un momento donde como SAMU se requiere tranquilidad, organización. Como yo, en la vida, voy ya cimentando, bajando las revoluciones, fijándome en lo importante.

Siento que he tenido la oportunidad de hacer mi camino junto al SAMU

María Reyes Cruz, secretaria de Intervención

Soy María Reyes, de nacionalidad ecuatoriana, tengo 40 años y soy madre de 3 hermosos hijos. Vivo en Chile hace 10 años, soy una mujer trabajadora de carácter fuerte y me gusta obtener las cosas por mérito propio.

Mi experiencia en el SAMU es algo que me ha llenado el alma, ya que es una hermosa labor.

Yo estoy en la otra vereda, ya que mi labor en el SAMU es realizar trámites administrativos para los médicos, profesionales (reanimadores), técnicos paramédicos y conductores.

Me llena de orgullo que haya mujeres en cargos que no son sólo para hombres y que destaquemos por ser valientes, creativas, emprendedoras, apasionadas e intuitivas.

A todas las mujeres del SAMU les deseo un muy feliz Día de la Mujer.

Lucía Aguilera Beltrán, Reanimadora

Ser mujer en el SAMU me salvó, del uniforme blanco, las pantys color gatsby los zapatitos reina y de la toca. Si, en mis tiempos de enfermera éramos atrapadas y reprimidas por un uniforme, había que ser señorita, peinadita y hasta reírse despacio. Es cierto que he tenido que soportar el machismo de mis compañeros y mis propios pensamientos machistas arraigados por tantos años. Pero me los saco, los traspaso mientras me subo a un camión gigante a inmovilizar un herido, los que me ayudan a subir me empujan desde los glúteos y abusan del momento de urgencia.

Mi guatita silva emocionada con la ambulancia, donde río mucho y también he llorado a veces.

Las mujeres del SAMU somos valientes y sensibles y… ¡Cuidado machitos! Con confundir sensibilidad con fragilidad. Somos fuertes, muy fuertes. Muchas separadas, con nuestros hijos, capaces de sostener el mundo, trabajar intensamente y encontrar el tiempo para amar y reír, en un momento crudo, con sangre, delitos, peligro y miedo; y también con aventura, color, pasión por la vida.

Las mujeres del SAMU amamos la vida con todos sus relieves y somos capaces de entregar fuerza, inteligencia, cariño y compasión.
Por eso…¡Hurrra por nosotras!

Claudia Manríquez Navia, Operadora radio-telefónica

Hola mi nombre Claudia Manríquez Navia trabajo hace 22 años en el Centro Regulador y mi labor es recepcionar los llamados de emergencia y urgencia y a la vez despachar los móviles, además de hacer gestión con los SAPU y hospitales de toda la Región Metropolitana.

Siento que en este día tan importante como es la conmemoración del Día de la Mujer deseo hacer un reconocimiento y enviar un cariñoso saludo y un abrazo fraterno a todas las mujeres que integrarnos este Servicio llamado SAMU, muchas de ellas con sacrificio, abnegación, profesionalismo y vocación, ya que somos madres, hijas, tías, esposas y dueñas de casa además de jefas de hogar que muchas veces dejamos nuestras familias en fechas especiales para realizar esta hermosa labor en pro de la comunidad de manera anónima pero con la gran satisfacción de que la gestión realizada ayuda a salvar vidas y en otras ocasiones da consuelo al que lo necesita.

Carla Díaz Peñaloza, Jefa del Departamento de Gestión Clínica Prehospitalaria

Trabajo hace varios años en el SAMU. Me encanta este trabajo. Creo que es un trabajo excelente para una mujer. Nos permite entregar toda esa calidez que tenemos las mujeres en el trato, formar una familia dentro del Centro Regulador, porque una se siente en familia cuando llega a trabajar acá. Y no lo digo sólo sino que muchas otras personas que han pasado por acá.

A la vez creo que es un ambiente muy lindo y podemos entregar mucho a la población porque las personas durante toda la espera o antes de llegar al hospital tienen miedo, están angustiadas y creo que esa voz de aliento va mucho más allá que mandar un móvil.

Es un trabajo muy gratificante. Nuestras familias lo notan y me encanta estar ahí. Me encanta que hayan muchas mujeres trabajando ahí, porque un gran porcentaje de las que trabajamos en el Centro Regulador somos mujeres y me encanta que cada día se valore más nuestra labor en toda la atención en salud.

Marisol Rocha Añiñir, Reanimadora

Desde que me cambié al intrahospitalario al extrahospitalario fue un cambio en 180 grados. En este trabajo, como mujer, te ves enfrentada a muchas situaciones de riesgo tanto en la calle como en algunas poblaciones, pero siempre han estado nuestros compañeros hombres, ayudándonos, protegiéndonos, trabajando a la par cuando hay alguna situación extrema. Entonces en cada procedimiento te van a dar la seguridad de que vas a estar bien.

Yo soy mamá de dos niños y nuestro sistema de turnos es la vida al revés, como me dicen mis papá, mis familiares, pero igual nos permite estar con ellos, acompañarlos y que no se note nuestra ausencia como papás en la casa.

La experiencia y el tiempo en este trabajo te llevan a formar un carácter que te permite manejar las distintas situaciones de estrés que vivimos cada día.