Funcionarios del SAMU Metropolitano se acogen a retiro voluntario
Celestino Santibáñez, Jorge Hewitt, Saladino Loyola y Víctor Alvarado, fueron los cuatro funcionarios del SAMU Metropolitano que participaron en el almuerzo para quienes jubilan, organizado por el Servicio de Bienestar del Servicio de Salud Metropolitano Central, en el Hotel Crowne Plaza.
Durante la actividad realizada el 15 de junio, el director del SAMU Metropolitano, Roberto Araneda destacó que “este es un día muy emotivo, porque nuestros funcionarios que pasan a retiro nos dejan un gran legado. Es admirable el compromiso a toda prueba con nuestros usuarios y con los funcionarios. Por eso hoy no me queda más que agradecer y reconocer todo su aporte a nuestro querido SAMU. Les pedí de manera muy especial que nos visiten y conversemos, porque sus historias son importantes y nos ayudan a enriquecer nuestra cultura de servicio prehospitalario”.
Testimonios de una vida dedicada a salvar vidas
Los funcionarios SAMU que se acogieron a retiro, quisieron dejar un mensaje para todos los que seguirán trabajando para los usuarios de la Región Metropolitana.
Celestino Santibáñez, dijo: “Antes no teníamos el equipamiento de ahora, teníamos solo un botiquín chiquitito, sin embargo, las cosas las hacíamos con amor. Lo importante era atender al paciente siempre, pese a lo poco que teníamos. En mis 45 años de servicio, y cuando llegué al SAMU, hice mi trabajo por vocación, porque desde niño quise trabajar en esto”.
Celestino, quien es conocido también como el “socito”, agregó: “Dejo mi segunda casa. Me llevo el cariño, el amor y la gran familia SAMU. Les deseo lo mejor a los que se quedan, que hagan bien las cosas, tirar siempre para arriba y que recuerden que el paciente es lo más importante”.
Por su parte, el “Tio coke”, Jorge Hewitt, destacó: “El SAMU de hoy está mucho mejor, porque tiene más tecnología, más insumos, máquinas en buenas condiciones y más modernas, tenemos más capacitación. Por eso, yo que trabajé 40 años en el servicio, le digo a la gente que viene llegando que tiene que querer mucho al SAMU, que se aprende mucho y todo lo que vaya observando que lo aprenda bien, que sean honestos parar trabajar con los enfermos, porque ellos a veces no pueden expresar bien lo que les pasa, lo que sienten y uno tiene que hacer lo mejor posible para que se recuperen”.
Asimismo, Saladino Loyola, dijo: “Todos estos años en el SAMU para mi fueron muy constructivos, porque pude desarrollar todo el cariño que se necesita para atender a los pacientes y prestar mi mejor ayuda en lo profesional y la conformidad que me queda es que yo creo que salvé a miles de personas, en todos estos años que atendí”.
Saladino, que alcanzó a cumplir 35 años de experiencia como TENS, dejó además un consejo para los más nuevos: “A los que se quedan trabajando en el SAMU, les digo que escuchen a los más antiguos, porque ellos traen una parte bien bonita, bien teórica, pero nosotros aprendimos de los antiguos. Sean humildades. Nosotros estamos al servicio de la comunidad, no estamos para llamar la atención, ni para exponer a los pacientes, tenemos que prestar la primera atención a los pacientes”.
Victor Alvarado, comentó: “Me voy feliz, contento y agradecido, porque dejé una buena impresión en el servicio. Trabajé como TENS, cada día con los enfermos durante 46 años, con mucha vocación. Asumí mi rol de trabajo con mucha disciplina, respeto y rectitud. Por eso me voy emocionado. En mi despedida participaron más de 50 personas, me entregaron un galvano y les agradezco a todos”.
Víctor apodado como “El Chespirito”, puntualizó que “lo más importante que ojalá todos los que se quedan en el SAMU lo hagan por vocación, que no miren el lucro personal, la plata… porque lo nuestro es servir al prójimo y hay que hacerlo con mucha humildad”.