Son las 15:00 del sábado 12 de agosto y Carla Díaz recibe un llamado desde Coyhaique a su celular de parte del jefe del SAMU de Coyhaique, Carlos Salazar. Le consultan a Díaz quién es el médico regulador de turno en el Centro Regulador (CR) del 131 en Santiago. Es ella.

El llamado es delicado. Se trata de la solicitud de traslado de cuatro menores de dos años desde Coyhaique a Santiago. Todos con problemas respiratorios severos, conectados a ventilación mecánica. Suena otra vez el teléfono, es la confirmación del operativo de parte del Director del SAMU Metropolitano, Fernando Araos. Más llamados con instrucciones de cómo se realizará el operativo.

César Bravo, Reanimador y jefe SMUR Occidente, está de turno y comienza a coordinar el equipo de trabajo mientras se afinan los últimos detalles con el Ministerio de Salud y la Fuerza Aérea de Chile (FACH). Se suman rápidamente al operativo Mario Cifuentes, Camilo Gilabert, Gastón Guamán, María José Jara, Daniela Palape, Daniel Peñailillo y Alberto Said.

Con Said a cargo de la gestión médica, Bravo de la operacional y el monitoreo de Díaz desde el CR, el equipo llega al grupo 10 de la FACH -a un costado del aeropuerto de Santiago- con equipos e insumos de alta complejidad. Ahí se encuentran con un médico de la Fuerza Aérea de Chile. Todo está coordinado entre Coyhaique y Santiago.

Son cerca de las 00:00 horas del domingo 13 de agosto y el avión Hércules emprende el vuelo hacia el Aeropuerto de Balmaceda.

Recepción con aplausos y retorno

Ya en el sur, un grupo de ambulancias del SAMU de Coyhaique recibe a sus compañeros, se descarga todo el material de salud y se parte en búsqueda de los menores.

“Cuando llegamos a Coyhaique, subimos los equipos a Unidad de Cuidados Intensivos en forma inmediata para ver cuál era la condición de los enfermos y nos encontramos con un panorama bastante conmovedor. Todos los familiares de los pacientitos estaban en el pasillo esperando y cuando nos vieron llegar al SAMU Metropolitano comenzaron a aplaudir y agradecernos por estar en el lugar”, sostiene César Bravo.

Tras recibir información del estado de cada niño y niña en el Hospital de Coyhaique, se definen los equipos de cuidado de cada uno, se estabilizan, se traspasan a camillas y son conectados a equipos SAMU. Esta compleja operación dura cerca de cuatro horas.

Luego, se suben los menores a las ambulancias y se parte de vuelta al Aeropuerto de Balmaceda. Cerca de las 11:00 se despega y a las 14:00 ya estaán todos de vuelta en Santiago.

El CR, por su parte, ha estado monitoreando y regulando toda la misión de evacuación y ya tiene listos los destinos de cada menor. Tras el aterrizaje las ambulancias del SAMU Metropolitano comienzan su viaje por tierra con los niños y sus familiares hasta distintos hospitales.

Gracias al trabajo conjunto de los SAMU Metropolitano y de Coyhaique, del hospital de la ciudad sureña y de la FACH, dos menores ya fueron dados de alta y otros dos estaban extubados y en proceso de retorno a Coyhaique el 25 de agosto.

Felicitaciones

A través de este boletín nuestro Director, Fernando Araos, quiso reiterar las felicitaciones al equipo involucrado en esta evacuación aeromédica. “Este procedimiento, que no estuvo carente de riesgos, muestra una vez más el compromiso que tenemos con Chile para apoyar a otras regiones con nuestros conocimientos.

Hoy sabemos que los niños están bien y tenemos a autoridades y familias del extremo sur del país muy contentas y agradecidas con nuestra labor y entrega.

Estamos haciendo historia, estamos haciendo patria con nuestro trabajo”.